Jubilación

Planificar para llegar a una vida plena

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La historia de un alto ejecutivo que lo perdió todo….

Con 5 Millones de dólares de liquidación y una vida por delante, eran la oportunidad para respirar un poco del mundo corporativo y viajar con su familia como millonario.

Una suite del hotel Ritz de París se convirtió en el punto base de la familia para un viaje por el mundo que duró meses.

A finales del viaje unos temblores en manos y pies encendieron las alarmas; después de varios exámenes en Bogotá, el alto ejecutivo tenía Parkinson, diabetes, hipertensión, apnea de sueño e hipotiroidismo.

La Historia de Adrián Hernández además de ser inspiradora y motivacional por todo su emprendimiento y logros alcanzados, es también una historia conmovedora que en lo personal me deja muchas enseñanzas.

Hijo de un Albañil, trabajaba en las obras con su padre, también fue vendedor ambulante desde pequeño. Egresado de una Universidad Pública sin mayor renombre en México, logro escalar rápidamente en los negocios.

Un hombre estratega y con una gran visión para alcanzar el éxito empresarial.

En palabras suyas mencionaba que "El éxito de los negocios se basa en la definición de una estrategia ganadora, que se ejecuta en equipo con disciplina, con el objetivo de vencer al competidor entendiendo sus debilidades".

Llegó a ser el presidente de la antigua Comcel, ahora Claro y en su momento la segunda empresa más importante de Colombia después de Ecopetrol, en ella alcanzo un crecimiento casi exponencial desde su llegada hasta el día que la dirigió; un alto ejecutivo que se codeaba en todas las esferas del poder.

Una vida de excesos y poca previsión del futuro, desencadenaron un sinfín de malos resultados. Dilapido toda su fortuna incluida su liquidación en sólo 4 años. Su familia lo dejo y sus enfermedades menguaron sus niveles de energía.

El otro era coleccionador de relojes Rolex y de viajes ostentosos, llego a ser el "consentido" y hombre de confianza de Carlos Slim, su jefe y uno de los hombres más ricos del mundo.

Adrián, el gran ejecutivo que consiguió todo lo que se propuso, falleció en el 2015 con tan sólo 54 años de edad en una humilde pensión de Bogotá, en medio del abandono de familiares y amigos.

Esta Historia nos ilustra sobre la importancia de pensar más en el futuro y no con una perspectiva tan a corto plazo como la que usualmente tenemos. Nos enseña sobre la importancia de cuidar nuestra salud física pero también de la necesidad imperiosa de velar por tener unas finanzas saludables; aquel que no puede administrar en lo poco, difícilmente lo hará en lo mucho.